Debido a su alta productividad, humedales como los de la bahía Samborombón, la laguna Mar Chiquita o Bahía Blanca, constituyen áreas especiales de reproducción y cría de peces costeros. Estos ecosistemas son particularmente aptos para el desarrollo de embriones y larvas de peces, ya que proporcionan un alto grado de protección ante depredadores y proveen de una abundante disponibilidad de alimento. En parte, esta también es la causa de la abundancia de aves que pueden observarse en estos ambientes. La presencia de peces en estos lugares los convierte en grandes generadores de recursos tróficos, es decir generan alimentos para otras especies que forman parte de la cadena alimentaria del ecosistema y , en líneas generales, son considerados más predecibles en espacio y tiempo en comparación con aquellos netamente marinos.
Cabe destacar que la franja costera bonaerense constituye un área que, se destaca por ser un sitio para el reaprovisionamiento e invernada de un importante número de especies de aves migratorias.En otras palabras, estos son puntos centrales para su descanso y alimentación después de largos viajes.Éstas aves migran durante el invierno austral desde la Patagonia, y durante el invierno boreal desde el hemisferio norte. Un claro ejemplo es el caso de la concentración de rayadores sudamericanos (Rynchops niger) en Mar Chiquita, una especie que se reproduce en estuarios y humedales de las cuencas del Orinoco y Amazonas pero usa esta laguna costera como sitio de invernada mostrando picos de abundancia alrededor de marzo y abril. Entre las especies migratorias se pueden considerar cuatro grupos:
- Visitantes Estivales (migrantes norteamericanos): Aves que nidifican en América del Norte y vuelan a Argentina permaneciendo durante la primavera y verano austral con fines tróficos , como los chorlos gaviotines y golondrinas.
- Visitantes Invernales (migrantes patagónicos): Especies que nidifican en la Patagonia durante primavera y verano y se desplazan hacia el centro y norte de Argentina durante el otoño y el invierno. Abarcan 23 especies tanto acuáticas como terrestres.
- Visitantes Estival-Otoñal: Incluye especies como el rayador, que se encuentran en la albúfera en bandadas numerosas.
No en todos los casos la costa bonaerense es utilizada como destino final de los movimientos migratorios; en algunas especies por ejemplo como el gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea) que reproducen en Patagonia durante la primavera y verano australes, nuestras costas son utilizadas como sitios de reaprovisionamiento en sus movimientos post-reproductivos (febrero–abril) hacia menores latitudes en Brasil, y pre-reproductivos (agosto–septiembre) en los movimientos de regreso a Patagonia.
Debemos resaltar que la costa bonaerense posee un importante desarrollo urbanístico, y esto ha generado grandes problemas al momento de las migraciones, como también para la flora y fauna que habita de manera permanente. Cambios en los ecosistemas tanto marinos como terrestres, significan enormes modificaciones en el comportamiento de los animales. Como por ejemplo ocurre con la pesca indiscriminada que afecta directamente a la cadena trófica del animal que se alimenta en el lugar. La construcción y crecimiento de grandes ciudades también puede modificar el recorrido de las aves que llegan a nidificar o alimentarse allí.
Fuente: https://www.promarmarchiquita.com.ar/documentos/archivos/publicaciones/capitulo_aves_playeras.pdf